Aunque es necesario conservar las copias más de los 28 días estándar, gestionarlas puede ser una tarea compleja y prolongada. Esto provoca que muchos proveedores de servicios pospongan o descarten la gestión de retención.

Sin embargo, conservar copias de seguridad más tiempo del necesario aumenta significativamente los riesgos de incumplimiento. Normativas como el GDPR y la HIPAA exigen que las organizaciones eliminen los datos personales cuando ya no sean necesarios para su propósito original. El incumplimiento de estas normas puede conllevar acciones legales, multas y daños a la reputación.

Al hacer que las copias de seguridad expiren automáticamente al final de su período de retención, se reduce drásticamente el riesgo de incumplimiento. Esto asegura que los errores humanos o la postergación no afecten la gestión de la retención. Además, proporciona un registro confiable de la gestión de datos de copia de seguridad si un proveedor de servicios se enfrenta a una auditoría de cumplimiento o acción legal.