En la era digital, la protección de la privacidad se ha convertido en una prioridad crítica para las organizaciones de todo el mundo. La anonimización de datos es una de las herramientas más efectivas para garantizar que la información personal sensible se mantenga segura y se centra en el proceso de transformar datos de tal manera que los individuos a los que se refieren no puedan ser identificados directa o indirectamente. Este proceso es esencial para el cumplimiento de regulaciones de privacidad como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea, que exige a las organizaciones proteger la información personal de sus usuarios.
Existen varias técnicas de anonimización, entre las que se incluyen la eliminación de identificadores directos (como nombres o números de identificación) y la modificación de datos a través de métodos como la generalización y el enmascaramiento. Estas técnicas aseguran que los datos puedan ser utilizados para análisis sin comprometer la privacidad de los individuos.